viernes, 25 de febrero de 2011

Sentimientos difíciles.

Sentada mientras su mirada se perdía a través del ventanal mientras escuchaba música con su cabeza apoyada en la pared,intentaba leer sin conseguirlo. Sin prestar atención a una cosa fija se la prestaba a todo, pero a todo lo que le rondaba en la cabeza. Pensaba en como su vida había cambiado hacia un mes y unas semanas, en como su cuento de hadas perdió las páginas. Pero ella sigue siendo una pequeña ilusa dentro en un cuento de hadas en el que solo hay que darle a un botón para que el cuento siga adelante. Para seguir sintiendo sus besos, esos besos que él le daba. Él su príncipe, su rey, su alegría y sus lagrimas. Solo él puede hacer que llore como si la estuviesen apuñalando, como si sintiese que ese cuchillo atraviesa su piel hasta conseguir que sienta como la sangre brota de su interior. Pero solo él es capaz de animarla, de hacer que todo cobre sentido. Él le devuelve la sangre, la respiración y las ganas de ser fuerte. Porque él con sus manías se convierte en alguien único e inigualable. Ella a pesar de que el le diga que no la quiere que no queda nada entre ellos sabe que no es así que ese período de tiempo entre ellos es eso un periodo de tiempo. No entiende como todo esto a pasado, como se pueden decir cosas sin pensar entre dos personas que se quieren como ambos lo hacen. Pero entiende que le ama y que exista o no el destino es para lo que están hechos, es su misión, completarse el uno al otro.




Aceleraba la moto hasta parecer que esta no podía aguantar más el viento le envolvía atreves del casco. Cada vez que se le venía a la cabeza aceleraba más y más. No quería pensar en ella, tenía que bloquear sus recuerdos, sus sentimientos y sus deseos. Él tampoco entendía como habían llegado a ese extremo, como no iban a pasar esos inviernos juntos. Como no iba a verla cada mañana y sentir el aroma de su pelo, de su piel cada día. A la vez que ella solo se le venía a la cabeza momentos felices junto a ella, besos,caricias, susurros … De repente las discusiones desaparecieron de la memoria de ambos al menos ya no tenían tanta prioridad. Frenó. Y tras deslizar unos metros con su moto por el asfalto su moto se paro.

Él se bajo de la moto y tiró el casco al suelo, sus ojos estaban llenos de lagrimas, algo inusual en él, algo que se producía poco en su vida. Ella a la vez tiro el libro, este reboto contra la pared más cercana. Ella ya no aguantaba más, empezó a llorar, lloró desconsoladamente, gritó, tiro todo lo que estaba a su alcance. Entró en un ataque de locura, de pánico por su ausencia. Él mientras cerró fuerte los ojos y grito ahí en medio de la nada, sus lagrimas bajaban por sus mejillas pero el no paraba de , de dar golpes al aire. Ellos no podían estar separados pero no se atrevían a estar juntos, sufrían pensando que el otro estaba feliz, pero solo se engañaban y dañaban más.
                                            
                                                                                                                                  SaraHdez.

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